La variedad de la uva, el clima y el suelo son factores determinantes en la calidad de un vino, pues todo esto se refleja al final en el color, olor, sabor y estructura del vino según el Terroir donde se han vendimiado las uvas.

Estos tres factores junto a la elaboración del vino son los que determinan las características finales del vino, a continuación las describiremos con detalle:

  1. Variedad de la uva: Cada variedad de uva tiene unas características propias y peculiares aun con climas y suelos diferentes.

 

  1. El suelo: Los suelos le trasladan al vino características propias de este, dando lugar a vinos típicos del terreno.

Mientras más único sea el terreno por su composición y texturas como (arcillas, arenas o limos) , el vino tendrá características originales, dándose casos en los que en la etiqueta se señala destacadamente que procede de ese viñedo o de esa zona.

Los suelos cercanos a mares, océanos y grandes ríos suelen ser de mayor calidad para los viñedos y ayuda a que la uva tenga una buena maduración. Existen varios tipos de suelos como lo son:

Calizos: Vino con gran cuerpo, alcohólicos y buenos para la crianza

Arcillo-calizos: Vinos finos, delicados, con bouquet

Arenosos: Vinos brillantes, ligeros y alcohólicos

Arcillosos: Vinos no muy finos

La importancia del suelo se debe a que las raíces de la planta absorben las sustancias que se encuentran en los suelos

  1. Clima: Dentro de las estaciones se dan muchas anormalidades que pueden afectar la evolución del viñedo. Ejemplo:

Heladas primaverales: significan gran perdida de cosechas para el año ya que se hielan los pequeños y delicados brotes

 Granizadas: cuando se dan en primavera y verano son dañinas pues destrozan gran parte de la vegetación y sobre todo es perjudicial en periodo de maduración cuando las uvas ya están listas para la vendimia

Lluvias: si son excesivas durante la vendimia es muy probable que se pudra gran parte de la cosecha o que la uva se contamine por hongos

Excesivo calor durante el verano: generan una imperfección en la maduración de las uvas originando así uvas menos equilibradas, provocando que la piel en la uva se queme y se pierda

  1. La elaboración del vino: Durante mucho tiempo la elaboración de vinos se ha llevado a cabo en forma rudimentaria, pero con los avances tecnológicos de la segunda mitad del siglo XX se ha convertido en ciencia. Hoy la vinificación es una mezcla de técnicas artesanales y creativas, que se lleva a cabo con conocimientos científicos.

Un refrán popular dice que es posible hacer un vino malo con buenas uvas, pero no uno bueno con malas uvas, todo viticultor sabe que el buen vino se hace en la viña, y factores como tipo de suelo, el clima y los cuidados proporcionados a la vid ejercen una gran influencia en la calidad del producto resultante. Conseguir que las condiciones del viñedo sean las adecuadas, es el primer paso para elaborar un vino de calidad.

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